Los continuados recortes que sufre la ciencia en España van a obligar a algunos centros de investigación a colgar el cartel de cerrado por vacaciones. En una decisión sin precedentes desde la llegada de la democracia, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cerrará dos semanas varios de los centros de I+D que tiene repartidos por toda España así como su sede central, en Madrid, donde se encuentra su cúpula de gobierno, para ahorrar algo de dinero en energía y aire acondicionado.
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Los cierres en el CSIC, el organismo de investigación público más grande del país, están previstos entre el 6 y el 19 de agosto, aunque algunos institutos ampliarán o modificarán esas fechas. Un total de nueve centros de Madrid, Sevilla, Barcelona y Granada han decidido sumarse a esta medida de ahorro, según ha podido confirmar MATERIA.
“Es la primera vez que se decide algo así, ni en las peores épocas del CSIC se cerraba”, explica a Materia Emilio Muñoz, que presidió el organismo entre 1988 y 1991 y ostentó importantes cargos de gestión científica desde la llegada de la democracia. “Durante la crisis del petróleo, a finales de los 70, lo que hacíamos era trabajar más. En el edificio central había luz hasta la una de la mañana”, añade Muñoz, hoy jubilado.
«Ni en las peores épocas del CSIC se cerraba»
Emilio Muñoz
Ex presidente del CSIC
Esta medida extraordinaria responde a una situación no menos excepcional de escasez de fondos. El CSIC, tras varios años de recortes en la dotación presupuestaria que recibe del Gobierno central, acumula un déficit de entre 130 y 150 millones de euros, según cálculos de CCOO. Por ahora la institución ha capeado el temporal echando mano de sus remanentes. La semana pasada, la presidencia del organismo se vio obligada a paralizar pagos de forma temporal para garantizar que los trabajadores cobraran la nómina. “Nunca antes se atravesó una crisis económica como esta ni un recorte de los fondos como el que hay actualmente”, advierte Muñoz.
El cierre de centros en agosto es voluntario y ha sido acordado en cada uno de ellos. La medida deja a los organismos con los “servicios mínimos” necesarios para mantenerlos, incluidos los de seguridad. “Si algún investigador tiene que acceder al centro para realizar un experimento o hacer otra gestión, debe rellenar una solicitud y esta ser aprobada por el centro”, explican desde la sección sindical de CCOO en el CSIC. El ahorro total por centro será “de 3.000 a 5.000 euros”, explican las mismas fuentes.
El Centro de Investigaciones Biológicas de Madrid es uno de los que se han sumado al cierre voluntario. El organismo, que acoge a 50 grupos de investigación, tiene un importate animalario y ofrece a su vez servicios a otros organismos de I+D.
En toda España
En Madrid, también cerrarán dos semanas de agosto el edificio central del CSIC, donde está la cúpula de gobierno de la institución, el Instituto de Ciencias Agrarias y el Instituto de Geociencias. Este último es un centro mixto entre CSIC y la Universidad Complutense de Madrid, por lo que el cierre viene impuesto por el campus madrileño en una medida tomada ya en años anteriores para ahorrar en aire acondicionado y electricidad. En Granada cerrarán la Estación Experimental del Zaidín, el Instituto de Parasitología López-Neyra, y el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra. En Barcelona se ha sumado a la medida el Instituto de Microelectrónica y en Sevilla el Instituto de Ciencia de Materiales, explican fuentes de la sección sindical CCOO-CSIC.
Con más de cien centros, el CSIC es la mayor institución pública dedicada a la investigación en España, la tercera de toda Europa y genera el 20% de la producción científica nacional. Cuenta con más de 15.000 trabajadores en nómina, de los que 3.000 son investigadores de plantilla y otros tantos doctores y científicos en formación.
Superada la "falta de liquidez"
El CSIC ha superado “la situación transitoria de falta de liquidez” que achacaba el organismo a que el Tesoro no le había abonado las mensualidades de mayo y junio. Así lo señala en una carta fechada el pasado viernes y enviada a los directores y gerentes de los más de 100 centros que componen la institución. La carta está firmada por el secretario general del CSIC, Alberto Sereno, e informa de que el pasado viernes se pagaron los “fondos pendientes por parte del Tesoro Público”.
La semana pasada, otra carta interna enviada a los directores alertó de la “paralización parcial de pagos” para asegurar las nónimas de los trabajadores del organismo, que tiene a su cargo a 15.000 empleados.
El nuevo documento no aporta la cantidad a la que asciende el pago del Tesoro. Dada la grave situación en la que se encuentra el centro por los recortes acumulados, Sereno advierte de que aún “es preciso extremar el control del gasto”.
Sin embargo, el CSIC permite ahora a los centros que superen la paralización de pagos y gasten en los conceptos necesarios para el funcionamiento de sus proyectos, incluidos viajes e inscripción a congresos. La carta reconoce que tras la polémica surgida por la primera carta “se han creado problemas de imagen para el CSIC y algunas dificultades adicionales de gestión”.
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